Aunque todos tenemos muy arraigadas las tradiciones navideñas del país en el que crecimos, si celebras tu primera Navidad en Escocia es posible que no te sea muy fácil reproducirlas. Después de todo, los escoceses no han oído hablar de los Reyes Magos, no saben lo que es un caganer, no venden Roscos de Reyes y, aunque en inglés existe una versión de «El tamborilero», si no la canta Raphael, no es lo mismo.
Sin embargo, si te apetece aplicar el dicho de “adonde fueres, haz lo que vieres” y montarte una Navidad típicamente escocesa, ¡lee este artículo para saber lo que no te puede faltar!
El árbol
En España somos más de los Belenes, de armarse de papel de plata, serrín y una caja entera de figuritas para montar una representación épica del pueblo bíblico de la que presumir ante las visitas. (El tuyo siempre va a ser mejor que el de la vecina, diga lo que diga ella)
Sin embargo, en todo el Reino Unido, su equivalente es el árbol de Navidad. Desde mediados de Noviembre la gente ya lo va montando en las casas y decorando con todo tipo de detalles. Bolas, guirnaldas, lazos, bastones de caramelo, luces y stockings son los adornos más populares; sin embargo, para lo más originales también hay miniaturas de animales, de personajes de películas o videojuegos y de monumentos del mundo, entre otros.
Si tener un árbol vivo en casa sólo para decorarlo y dejarlo morir no es mucho de tu estilo, no te preocupes, porque en cualquier tienda o supermercado puedes encontrar versiones de plástico desmontables que no tienen nada que envidiar a los de verdad (¡y son mucho más ecológicos!)
Stockings
A lo mejor uno de los adornos mencionados en el apartado anterior te ha sonado a chino. Pero los stockings no son si no simples calcetines. Bueno, un poco más especiales, ya que suelen ser grandes, rojos o verdes y no verás a nadie utilizarlos para cubrir sus pies. Y es que su lugar es colgados de la chimenea, para que en Nochebuena Papá Noel lo llene de regalos pequeños y golosinas. Tradicionalmente, el contenido de los stockings solían ser cosas simples como una mandarina (sí, no es broma), una libra o ratones de azúcar. Ahora los tiempos se han modernizado y se suelen meter juegos de mesa de viaje, monedas de chocolate, bolígrafos, linternas o figuritas de juguete.
O sea, que aparte de preocuparte de los regalos que hay que poner debajo del árbol, también tienes que pensar en cómo rellenar los calcetines con detallitos. ¡Menos mal que se supone que tienen que ser regalos baratos!
Crackers
No hablamos de las galletas saladas con las que se suele acompañar al queso, si no de unos cilindros envueltos en papel brillante que cada invitado recibe en la comida de Navidad. Llegado el momento, lo rompe tirando de los extremos del papel y con un ¡crack! se desparramarán sobre la mesa cosas como coronas de papel, juguetitos, anillos y chistes escritos en papel. Estos últimos suelen ser increíblemente malos y dignos de que tu padre los repita en cada reunión familiar.
Si alguien se niega a ponerse cualquiera de los adornos o a desvelar lo que pone en su papelito, está rompiendo el espíritu navideño y debe ser debidamente castigado por ello. (¡Esto no es tradición, pero sí una buena forma de acabar con los aguafiestas!)
Pavo
En una buena comida navideña no puede faltar un pavo asado, crujiente por fuera y jugoso por dentro. Al contrario que su primo norteamericano, este no tiene por qué estar relleno de nada. Para darle sabor ya se tendrá el gravy, la salsa de carne tradicional británica y un buen acompañamiento de patatas y nabos asados (puedes pasar de esto último si no te hacen mucha gracia, pero son un detalle genuinamente escocés para tu menú).
Pudin de Navidad
Nosotros tenemos los turrones, mantecados, polvorones y el roscón. Aunque los escoceses también tienen una gran variedad de dulces navideños (como las mince pie o las galletas de jengibre) la estrella del show es el pudin de Navidad, un bizcocho de brandy, especias y pasas que se hace al baño maría y se deja reposar varios días, regando regularmente con más brandy (después de todo, ¿qué es una Navidad sin alcohol?). Su color oscuro se debe al largo proceso de cocinado y a la mezcla de distintas azúcares del alcohol y las pasas, no a que tenga chocolate, por lo que los choco-adictos pueden sentirse un poco decepcionados con este postre. No obstante, probarlo merece la pena, ¡porque está riquísimo!
¡Esperamos que pases unas felices fiestas! ¡Feliz Navidad!