Nôtre-Dame, Torre Eiffel, Sagrado Corazón, Arco del Triunfo, Louvre… Te suena, ¿verdad? Seguro que has oído hablar de estos rincones de la capital francesa. Sin embargo, París no solo es esto. París es mucho, muchísimo más. No tienes por qué seguir las pardas turísticas más conocidas. De hecho, la siguiente lista te ayudará a huir del bullicio parisino y sumergirte en su historia, cultura y ambiente descubriendo los rincones más especiales y poco conocidos.
1. Sainte Chapelle y el Marché aux fleurs
Ambos lugares se encuentra en Île-de-Cité, algo así como la «isla de la ciudad»; recibe este nombre porque está en medio del río Sena. Normalmente, la gente visita esta isla para conocer Nôtre-Dame, pero lo cierto es que la Sainte Chapelle no tiene nada que envidiarla. Las inmensas vidrieras te dejarán sin aliento, te lo aseguro.
Además, enfrente de este monumento hay un mercado muy especial, el Marché aux fleurs, un pequeño rincón donde puedes encontrar diversos tipos de plantas y todo lo necesario para convertir tu casa en un jardín.
2. La otra cara de Montmartre
Seguro que conoces el Sagrado Corazón, la plaza de los pintores y el Moulin Rouge. Pero si caminas más allá de la place du Tertre te adentrarás en un pequeño barrio que nada tiene que ver con lo turístico. Pequeñas casas, antiguas cafeterías y restaurantes e incluso un viñedo.
Un lugar emblemático para la historia parisina se encuentra entre estas estrechas calles: Au Lapin Agile; el cabaret más antiguo de la ciudad (¡más que el Moulin Rouge!). ¡Ah! Y si tienes un poco de tiempo, toma un café en La Maison Rose, uno de los rincones más especiales del barrio que solía frecuentar Picasso.
3. Canal Saint Martin
Sin duda alguna, este canal es uno de los lugares más bohemios y alternativos de París. Se encuentra en los distritos X y XI, cerca de uno de los barrios con más ambiente: Oberkampf. A pesar de que este canal aparece en una de las escenas de la película Amélie, no es un lugar que los turistas suelan visitar.
La esencia «de barrio parisino» no solo se refleja en el río del canal, sino que sus bares, terrazas, librerías y cafeterías crean una atmósfera realmente auténtica. Comprar algo para picar y montarte un pícnic improvisado al lado del río es el plan perfecto durante el buen tiempo.
4. Las galerías de Grands Boulevards
Las Galerías Lafayette son las más conocidas de París. Sin embargo, los pasajes que podemos visitar en la zona de Grands Boulevards son realmente increíbles y nada turísticos. Estos pasadizos eran comercios del siglo XIX que han sido transformados con el paso del tiempo. Techos de cristal y vidrieras repletas de antigüedades. Tiendas tradicionales, restaurantes de todo tipo, librerías con artículos antiquísimos e incluso pequeños museos.
5. El parque Buttes Chaumont
Una cascada, una gruta, un puente, un lago, una colina… Aunque parezca increíble este parque se encuentra en mitad de París. Tiene un terreno inmenso lleno de césped para poder disfrutar del ambiente. Además, puedes recorrer el parque por diferentes caminos hasta subir a lo alto de la colina y llegar al templo de la Sibila (¡las vistas son espectaculares!).
París no se acaba nunca, y el recuerdo de cada persona que ha vivido allí es distinto del recuerdo de cualquier otra. – Ernest Hemingway
Si viajas a este mágico lugar, recuerda: deambula por sus avenidas, percibe sus aromas, disfruta su melodía, palpa su ambiente y abre bien los ojos para poder sentir París.