La época más nostálgica del año está a la vuelta de la esquina y si eres un atrevido y te gusta conocer a fondo la cultura del país que te acoge, no pierdas la oportunidad de pasar la Navidad en Roma. Eso sí, no te asustes con las aglomeraciones que hay en el casco histórico, pues la capital italiana es el destino favorito de muchos europeos para realizar sus compras navideñas. ¿Quieres saber por qué? Aquí te lo explico:
Como en todos sitios, la iluminación es uno de los aspectos que más valoramos de una ciudad cuando se acerca la Navidad. Todo el centro de Roma se ilumina para crear un ambiente navideño inigualable, por ejemplo, en los Foros Romanos, y gracias a las proyecciones de realidad aumentada, se recrean algunas de las estampas navideñas más bonitas. También las calles principales como Via del Corso o Vittorio Emanuele se iluminan con faldones de luces sencillas pero bonitas.
La decoración no acaba en las luces ya que los belenes son uno de los atractivos turísticos de Roma. Pese a que los más famosos son los belenes napolitanos, en Roma también existe una larga tradición y con ello muchas muestras de esta peculiaridad forma de decorar. El más conocido es el de San Pedro, en el Vaticano. Este belén es el más esperado por los romanos ya que cada año muestra aspectos diferentes y reúne a miles y miles de personas en la plaza del pequeño país colindante. Y, además, justo al lado está el árbol navideño más grande de la ciudad. Otra de las cosas por las que merece la pena pasar las Navidades en Roma son sus pistas de hielo para patinar. Puedes elegir entre tres pistas repartidas por el centro de la ciudad. ¿La más grande? Al lado del Castello de San’t Angelo. Por un módico precio podrás sentirte como un auténtico patinador. Eso sí, cuidado con las caídas – aquí habla la voz de la experiencia-.
Las costumbres españolas quedan un poco lejos de las italianas, pero no por ello son peores. La Nochevieja, por ejemplo, se vive de forma diferente. No hay uvas, ni campanadas, pero sí hay cenas familiares, celebración por el año nuevo y ¡lentejas! Sí, has leído bien, ya que en la conocida «cenone di Capodanno» -o cena de fin de año- los italianos, además de disfrutar de sus entrantes, sus mejores vinos y sus dulces típicos, toman un cocinado de lentejas nada más comenzar el año nuevo. ¿La razón? Italia es uno de los países más supersticiosos del mundo y esta es una de ellas. Para ellos, comenzar el año comiendo lentejas es sinónimo de un año venidero lleno de salud y con fortuna. Se trata de una tradición muy antigua y muy extendida en todo el país, así que, si estás dispuesto a sentirte como un buen italiano, ya conoces otro detalle más.
Si quieres seguir con la ruta gastronómica relativa a la Navidad, no puedes olvidarte de probar el panettone. Su origen se centra en Milán, pero se extendió a toda Italia y en Roma puedes encontrarlo en todas las panaderías. ¿Quieres una recomendación? Angelo Colapicchioni en Vía Tacito, ¡riquísimo!
Estos son, tan solo, unos de los muchos motivos por los que deberías elegir Roma como alternativa a unas Navidades diferentes. Echarás de menos a tu familia, pero te llevarás una experiencia inolvidable. Además, siempre recomiendo perderse por la ciudad ya que cada rincón esconde algo que te recuerda el porqué elegiste Roma. Si quieres conocer más sobre mi experiencia Erasmus en Roma, pincha aquí: Erasmus en Roma: ¿cómo me cambió la vida?
PS. Si sientes mucha nostalgia, siempre puedes comerte las uvas con tu familia vía Skype. ¿Por qué no?