Hay veces en la que una situación puede volverse incomoda para nosotros o algo no sale como nosotros teníamos pensado. Es algo normal cuando vas de AuPair. ¡No pasa nada! Te contaré cuales son algunos de los puntos más importantes para que esto no pase y tu experiencia sea más gratificante.
COMUNICACIÓN
Sí, muchas veces fallan las dos partes. Y es algo esencial, como una planta y el agua.
Algo fundamental en nuestro desarrollo de la relación con nuestra hostfamily es la comunicación. Tiene, y debe, ser
el tronco de la relación. Siendo los demás temas las ramas y hojas. Bien, continuando con la comparación de un árbol,
debemos cuidar y regar esa relación. Habla con los padres, cuéntales tu día a día.
Cómo te sientes con los niños y qué cosas has hecho en el día. Preocúpate por cómo les ha ido su jornada, si necesitan algo o simplemente se puede entablar una conversación ofreciéndoles un té que tú mismo puedes prepararles. En los pequeños detalles, o un simple abrazo de buenas noches, está la victoria de cada día que hará que esa relación sea más fructífera.
FAVORES
Es una de las cosas que más eché en falta a la hora de investigar es este tema, que parece una tontería pero no lo es. Un día te pueden pedir una cosa, no pasa nada. Una noche con los niños o vaciar el lavaplatos. Pero al igual que ellos saben que es un favor, tu también tienes que saber que eso no puede convertirse en una rutina. Una recomendación básica, y a mi juicio creo que tiene que ser así, es que en la nevera SIEMPRE haya una copia de tu «contract aupair» y si algún día esos favores se acaban tornando en costumbre puedes comunicarselo a tu familia.
Todo va entrelazado ¿Veis? Volvemos a la comunicación. Si quieres tener la confianza para poder hablarlo sin ningún miedo debes fortalecerla como expliqué antes. Y al día siguiente ese proyecto de costumbre habrá desaparecido.
SEPARACIÓN DE DEBERES ENTRE NIÑOS Y PADRES
Una de las situaciones en la que podemos encontrarnos es que de repente en la ropa de los niños se encuentra la de los padres. Debemos tener clara una cosa. Debemos saber que somos AuPair, no nannys. Y la diferencia entre estos dos términos esque el que nos repercute, AuPair, sólo y exclusivamente se dedicará a las tareas que tengan que ver con los niños. Ayudarlos a recoger, lavar su ropa, ducharlos… No tenemos, ni debemos realizar niguna tarea que se relaciones con los padres. Como hacer sus camas, limpiar su habitación, o mismamente cortar el césped.
La experiencia nos está superando. Date tiempo
No sabemos cómo es realmente la situación hasta que te ves en ella. Puede pasar, muy poco, que esta experiencia no es para tí. Puede ser que no te lleves bien con los niños, que no te encuentres cómoda en el país o simplemente echas de menos tu casa, tu familia y tus amigos. ¡No te alarmes! Date tiempo, no puedes llegar a estas conclusiones en una semana. Respira, todo cambio lleva su tiempo y un poco más adaptarte y habituarte a tu nueva vida.
Conoce gente, sal y diviértete. Uno de los grandes errores es no salir. Tenemos que saber que el lugar donde vivimos, nuestra casa, es también nuestro lugar de trabajo. El barrio donde vives también cuenta. Sal en tu tiempo libre, toma el transporte más cercano y despejate bebiendo un café o paseando por la naturaleza cercana. Muchas veces tiramos la toalla sin poner soluciones o darnos unas cuántas oportunidades. Paciencia, todo tiene solución. Y si aún así todos estos parches no te solucionan tu estado, CCOMUNICACIÓN. Explicas la situación, hablas con tu hostfamily de la solución que creas mejor para tí y llegáis a un acuerdo.
Somos nosotros y SOMOS NOSOTROS Y NO NOS DAMOS CUENTA
Hay veces en que no hacemos las cosas como le gustaría a la familia. O hay otras actividades que a los niños les motiva más y no lo sabemos. Habla, comunícate con la familia. Cuáles son las inquietudes de los niños, que les motiva y que no. Si son de hacer deporte, o actividades más mentales. Podemos fortalecer esas capacidades en los niños y en consecuencia la familia estará más contenta. Y los niños te lo agradecerán con muchos abrazos y cariño. Que aunque no lo creas
ayuda a tu autoestima personal. Estamos haciendo más felices a nuestros niños.