Tras lanzar la moneda las suficientes veces como para saber que el SÍ es la única opción posible te encuentras de cara a los tuyos y sí, tienes que darles la noticia de que te vas. Y puede que a tus padres no les parezca tan bien como a ti. Esta es una de las primeras tareas que vas a tener antes de irte a vivir al extranjero y puede que no sea fácil.
Dar el gran salto y decidir partir es de valientes. Te lo vas a repetir unas cuantas veces antes de pisar el nuevo país. Antes de llegar a creer firmemente que eres capaz de dar este paso. Puede que por eso último necesites el apoyo de los tuyos, su fe en ti y en tu coraje. Así que, te doy algunos tips para que no te hagan dudar de tu decisión y ser capaz de explicárselo.
Vivir mi propia vida
Volar del nido supone coger las riendas de tu propia vida. Dejar atrás las dependencias de los demás para ser tú quien se salve por sí sola. Es ahora cuando la (sobre)protección se pierde de alguna manera, puesto que la distancia dificulta el control y la permanencia en la zona de seguridad.
Pero si has sido valiente para decidir este gran paso es una buena idea explicar a los tuyos que lo haces por tu bien y por tu necesidad de crecer y tomar decisiones sobre tu propia vida. Reconociendo que eres adulta y, por tanto, ya no te van grandes las responsabilidades.
Irse no significa huir de estas últimas, ni menospreciar o odiar tus orígenes ni a los tuyos. Irse no significa romper con todos los lazos y desaparecer. Irse significa construir el propio proyecto de vida y asumir nuevos objetivos aunque estos supongan poner kilómetros de distancia con tu “vida”.
Adquirir autonomía
Conseguir un trabajo que nos permiten subsistir va ligado a la adquisición de autonomía económica. Es cierto que muchas jóvenes sentimos como una carga la dependencia económica de nuestros padres cuando llegamos a cierta edad y, viendo las pocas oportunidades laborales de nuestro país, no nos queda otra que salir de allí en búsqueda de un sustento económico ganado por nosotras mismas.
Buscando oportunidades
En la actualidad, encontrar oportunidades de trabajo para los jóvenes es casi sinónimo a hablar de sangre de unicornio. Sin embargo, en el extranjero estamos encontrando vías de escape que nos permiten subsistir mediante trabajos ( a veces precarios) que suman otro aliciente: el aprendizaje de idiomas. Por tanto, buscando oportunidades de vida en el extranjero acabamos mejorando nuestra formación en el currículum para el día que volvamos a casa.
Llegará el día que volverás
Y valorarás más todo lo que dejaste. Tu ciudad, tu familia, los tuyos. Aunque sólo vuelvas de paso.
Por todo esto, los tuyos acabarán aceptando tu decisión y reconociendo tu valentía de hacer las maletas e irte lejos. Orgullosos de todo tu progreso. Puesto que es una inversión de tu tiempo presente en tu futuro.