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Érase una vez un joven leprechaun.
Le gustaba pasar su tiempo entres verdes colinas y jugar con los seres humanos y el ganado. Cuando creció, llegó el momento de elegir una carrera. Así que decidió inscribirse en LUCK (Leprechaun University College de Killarney) y estudiar remiendos de zapatos, unos estudios tradicionales y consolidados.
Los años de la universidad fueron increíbles para el joven Conor: clases magistrales, trabajos en grupo, fiestas en casa y lo más importante de todo, un futuro prometedor por delante.
Pero después de la graduación, sucedió algo extraño. Las colinas ya no le parecían tan verdes y la cerveza no era tan sabrosa para el pobre Conor. Se sentía muy miserable, nunca antes había experimentado esa sensación.
Una gran duda se había instalado en su pequeña cabecita pelirroja: ¿y ahora?
Aunque Conor realmente amaba sus estudios en la universidad, todavía no estaba preparado para pasar toda su vida clavando puntas en las suelas y ajustando zapatos.
«¿Qué voy a hacer después?», Se preguntaba todos los días y todas las noches. ¿Estudiar otra carrera, tal vez economía de cazuelas, como el primo Cormac? ¿Empezar a trabajar? El brillante futuro que vio durante los años universitarios no parecía tan brillante después de todo. No sabía que podía ayudarle. Los Leprechauns no tienen dudas. Prefieren pasar el tiempo viendo crecer los tréboles y haciendo trucos; ellos saben cómo remendar zapatos, pero no tenían idea de cómo remendar el triste alma de Conor.
Un día aburrido, estaba navegando por internet cuando se topó con la página web de EazyCity. Tras unos momentos, una palabra conquistó su mente. Viajar.
Viajar.
Viajar.
¡Esa fue era la respuesta! Viajar por el mundo, descubrir nuevos lugares y conocer gente. Podía ver su nuevo futuro: viajar era la manera de encontrarse verdaderamente a sí mismo y entender lo que realmente quería hacer en su vida. Después de todo, la vida de un leprechaun es larga, ¡no tiene por qué pasarla en un solo lugar!
Con la idea planeada en su mente, todo se veía mejor. Las colinas parecían más verdes, la cerveza era más sabrosa e incluso las monedas de oro al final del arco iris se veían más brillantes.
Así que se puso en contacto EazyCity y solicitó un trabajo. Conor es un duende agradable y alegre, así que decidimos darle una oportunidad.
Ahora Conor viaja por el mundo, y nos envía fotos de su aventura. Se ha convertido en el heraldo de EazyCity en todo el mundo (y a veces más allá).
No sólo de diversión están hechas sus aventuras: está aprendiendo mucho de sus viajes, ha podido conocer a un montón de zapateros y descubrir nuevas técnicas de fabricación de calzado.
Nos ha confesado que no está seguro de lo que quiere hacer después, pero ahora ve el futuro de forma más esperanzadora y que sabe que siempre atesorará esta experiencia.
¿Tienes curiosidad acerca de su aventura? ¡Puedes seguir sus viajes en nuestra página de Facebook e Instagram!