This post is also available in: InglésItalianoFrancés
Como antiguo estudiante de intercambio, sin duda puedo certificar que vivir un año en el extranjero no es algo fácil de hacer. Debes tener una mente abierta y flexible, estar preparado para adaptarte en situaciones totalmente nuevas y diferentes que te sorprenderán. Sin embargo, al final de esta experiencia todos los estudiantes de intercambio o Erasmus te dirán lo mismo: definitivamente vale la pena. El día a día, los momentos difíciles, los obstáculos a superar… todo eso y más ayuda a crecer y madurar como persona.
Estas son algunas de las ventajas a la hora de hacer un Erasmus, o experiencia similar en tus años de formación:
Puedes ser quien quieras ser. Te encuentras en un nuevo país, ciudad, escuela, las personas no te conocen ni tu a ellas tampoco, podrías ser quien quieras ser. Puedes decidir cómo presentarte ante ellos y encaminar tu nueva vida.
Tienes dos vidas diferentes. Cuando era estudiante de intercambio, vivía en una familia de acogida. Para mí eso significaba tener dos familias que eran igual de importantes para mí. Significaba que tenía dos vidas, dos grupos de amigos, lo que implicaba diferentes bromas, hábitos, aficiones, dos casas diferentes. Si realmente lo experimentas sin comparar con lo que tienes en tu país, enriqueces interiormente.
Tienes amigos en todo el mundo. Es genial poder conocer a gente de diferentes países, establecer lazos. Las fases que estás pasado las entenderán solamente otros estudiantes de intercambio. Las ventajas de conocer gente de diferentes países son infinitas: pueden ayudarte a practicar su idioma, te enseñan la cultura y normas del país. Tener amigos alrededor del mundo significa también el poder ir a visitarles a un coste mucho más económico.
Mente abierta. Durante un año viviendo en el extranjero, como hemos mencionado anteriormente, tendrás que hacer frente a situaciones que nunca hubieras imaginado. Cosas que al principio podían parecer extrañas, empiezan algo natural y rutinario. Te das cuenta de que no existe la manera correcta o incorrecta de hacer las cosas, sino que es depende de la forma en como lo hagas.
Empiezas a pensar en otro idioma. La sensación que tienes cuando te das cuenta de que eres capaz de poder hablar con fluidez dos idiomas sin tener la necesidad de pensar como la tenías al principio. Saber más de un idioma es algo que siempre será útil para el resto de tu vida. Comunicarte con todo el mundo que desees es un placer que no todos han tenido o tienen la oportunidad de sentir.
Pero lo más importante, es el madurar, el ser capaz de vivir un año entero por tu cuenta en otro país, lejos de todos tus amigos, tu familia, hablando un idioma totalmente diferente y adaptándote a nuevos hábitos. Por supuesto, te cambia la vida. Cuando eres un estudiante de intercambio tu estado emocional es parecido a una montaña rusa, pero como se suele decir, sólo te ayudará a crecer como persona si luchas por ello.