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Hace unos días mis padres me dijeron que me había convertido en una mujer, pero ¿por qué? Gracias a mi experiencia de tres meses en Irlanda, que me dejó crecer y abrió mis horizontes.
Viajar al extranjero se considera una de las experiencias más emocionantes y formativas que una persona puede hacer en toda su vida … La parte principal de esta generación no puede esperar a salir de su ciudad natal para viajar por el mundo en busca de aventuras y anécdotas que hacen crecer la mente. Pero, ¿qué pasa con los padres? ¿Siempre se sienten relajados cuando descubren que sus «hijos» van a pasar algún tiempo en el extranjero, lejos de su ciudad y sus familias?
Estoy segura de que la mayoría no.
Lo sé porque he visto la reacción de mis padres cuando descubrieron que iba a pasar unos meses en Irlanda durante el verano pasado: estaban tan felices y emocionados (no tanto como yo, por supuesto), pero, al mismo tiempo, noté algunas preocupaciones en sus ojos.
El trabajo de los padres es difícil: tienen que dejar a sus hijos libres para tomar las mejores opciones que la vida les pueda ofrecer (como ir al extranjero, por ejemplo), pero también quieren protegerlos de todos los peligros que tiene el mundo.
Así que, cuando les dije que yo había sido seleccionada por la escuela para trabajar en Irlanda durante tres meses, ellos lo celebraron conmigo, pero los siguientes días, vi fácilmente algo de tristeza en ellos; les quiero mucho también, pero es una experiencia increíble poder vivir algo así sola, con el fin de madurar y convertirse en un adulto.
Pero estoy escribiendo demasiado sobre mis impresiones sobre la reacción de mis padres … ¿Por qué no debería preguntarles directamente a ellos?
Así que permítanme presentarles a mis padres: sus nombres son Ángela y Eros, son italianos (como yo, por supuesto) y estoy orgullosa de ellos porque son muy abiertos de mente y me dejaron total libertad para tener experiencias por mí misma.
«Hola mamá, hola papá! Voy a haceros algunas preguntas sobre los sentimientos que tuvieron durante mi estancia en Irlanda el verano pasado … «¡Empecemos!
En primer lugar, ¿Qué fue lo primero que pasó por sus cabezas cuando les dije que había sido seleccionada por la escuela?
MAMÁ: Me sentí verdaderamente muy feliz porque era una gran satisfacción saber que mi hija había sido seleccionada por la escuela y que ella podría tener la oportunidad de trabajar en el extranjero por su cuenta … ¡Nunca me he sentido tan orgullosa!
PAPÁ: Estoy de acuerdo con tu madre … Orgulloso de tí fue lo primero que sentí cuando empezaste a gritar «¡Me han cogido!, ¡Me han cogido!» corriendo por toda la casa. Sabía que iba a ser una nueva situación para nuestra familia, pero estoy orgulloso de ti.
¿Habéis tenido algún temor o alguna preocupación sobre mi experiencia en el extranjero?
M: En realidad no, no estaba preocupada por cómo sobrevivirías en el extranjero, porque confío en ti, pero una pequeña parte de mi conciencia, el temor típico de cada madre por su hija en el extranjero apareció en mi mente: el miedo de lo que otras personas te podrían hacer. Sé que no debería pensar ese tipo de cosas pero es inevitable … Cada día en el periódico leemos sobre lo que sucede en el mundo e incluso habiendo peligros en todas partes, sabiendo que nuestra hija está más cerca de nosotros, en nuestra ciudad, nos hace sentir mejor.
P: Tengo que admitir que mis preocupaciones no eran acerca de lo que su madre acaba de decir porque soy consciente del hecho de que el peligro está en todas partes y los jóvenes no deben preocuparse por sus experiencias en el extranjero. No tenía preocupaciones en absoluto honestamente y he confiado en tu nueva vida en el extranjero.
¿Alguna vez habéis estado en el extranjero experimentando una estancia como la mía cuando eráis estudiantes?
M: No, desafortunadamente nunca tuve esa posibilidad, pero creo que podría haber sido genial. Viajar, conocer gente, hacer nuevos amigos es algo que siempre ha sido una pasión mía y me hubiera gustado haber tenido una ocasión como esa.
P: Sí, tuve una ocasión similar. Cuando tenía tu edad (alrededor de 20 años) estuve en Inglaterra por un tiempo: Me alojé con una familia anfitriona en Londres y me lo pasé muy bien allí. Estuve trabajando en el ejército en ese período y podía pagar todo por mi cuenta y creo que esa experiencia en Londres fue realmente formativa y útil para mí, no sólo para mi nivel de Inglés, sino también por todas las personas que conocí, todas las cosas que ví y todas las aventuras que tuve. Ahora guardo todos los buenos recuerdos de esa hermosa experiencia en el extranjero.
Me gustaría saber vuestras impresiones sobre mí cuando volví a casa después de tres meses sola en Irlanda: ¿Era diferente? ¿Cambié mucho?
M: Sí, creo que realmente cambiaste pero a mejor, ¡por supuesto! Siempre te he considerado una chica independiente, pero, desde que regresaste, ese rasgo se hizo aún más fuerte … Me alegro de la experiencia que tuviste porque te hiciste más fuerte mentalmente y lo veo en tus acciones: eres una mujer ahora, aunque para mí siempre seguirás siendo mi niña.
P: Creo que esa experiencia en el extranjero te cambió de manera diferente: ahora eres más responsable, has aprendido a vivir sola, así que sabes cómo manejarte incluso en situaciones difíciles, te vuelves más abierta con la gente y estoy contento con eso porque solías ser más tímida … Todo esto te hizo una mujer, como dijo tu madre, y estamos muy orgullosos de ello.